EL
MUNDO
11 mayo
2023
¿Por
qué nos obsesiona tanto la apariencia de los poros?
Cristina Galafate
Siempre se ha dicho que el rostro es el
espejo del alma. Ahora que nos acostumbramos a verlo a través de filtros, la
realidad nos espanta.
En una breve consulta realizada por ZEN, decenas de jóvenes
-y no tan jóvenes-, reconocen ser incapaces de enviar a conocidos un selfie al natural. Es decir, sin que la fotografía pase por
el Photoshop en tiempo real: los filtros de las redes sociales.
Estamos normalizando las caras irreales. Sin arrugas o
líneas de expresión, sin rastro de ojeras, con los labios muy gruesos, los
pómulos levantados y, sobre todo, la piel muy lisa y tersa. Ese impacto hace
que no nos guste la realidad que vemos frente al espejo, corroboran profesionales
de la medicina estética, facialistas, dermatólogos y
farmacéuticos a los que se acude en busca de una solución para perfeccionar la
piel.
"Estamos viendo en consulta cada vez más pacientes que
se preocupan por su imagen. Esto ocurre sobre todo en adolescentes, pues están
en una etapa muy vulnerable, de muchos cambios vitales, en los que se están
buscando y encontrando así mismos de manera continua. Tienen sobre todo como
modelo a seguir a influencers a los que intentan
parecerse", desliza la Dra. Estefanía Arredondo, directora médica de Olyan farma.
Presiones imposibles
Según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética
(SEME), cuatro de cada 10 españoles hacen uso de la medicina estética. De
ellos, un 71,8% son mujeres y un 28,2% hombres. Sin duda, en este aumento de la
demanda, que a su vez se produce a una edad cada vez más temprana (ha bajado de
los 35 a los 20 años), se percibe la influencia de las redes sociales. Meta ha
informado de que más de 600 millones de personas han usado filtros en Facebook
o Instagram, mientras Snapchat detalla que los usan más del 90% de los jóvenes
en los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido. Varios estudios publicados ya
evidencian cómo los filtros de belleza digitales tienden a tener un impacto negativo
en la salud mental.
"Existe un aumento de casos de dismorfofobia, un
trastorno mental que consiste en la percepción irreal de uno mismo: la persona
cree que tiene un defecto físico y la imagen que observa en el espejo no se
corresponde con la realidad", indica la Dra. Arredondo. Este trastorno es
más frecuente en adolescentes y en mujeres, añade, aunque cada vez se observa
en más hombres y, precisa ser derivado a las consultas de salud mental de
manera rápida. "De no abordarlo a tiempo, se puede convertir en una
obsesión que hace que los pacientes quieran realizarse cambios a nivel estético
al compararse con las imágenes de los filtros, sufriendo como consecuencia
ansiedad, baja autoestima, depresión y una disminución importante de la calidad
de vida que les limita".
Otro informe realizado en Reino Unido tras entrevistar a 175
personas de entre 18 a 30 años revela que este software de edición está jugando
un papel nuevo y clave en la vida de las mujeres jóvenes. "Desconfían de
la censura y están profundamente convencidas de 'no juzgar' a los demás, pero
casi dos tercios cree que el Gobierno debe actuar con urgencia para regular los
medios de comunicación y las redes sociales para protegerlas de presiones
imposibles", detalla el documento. De hecho, Francia ya lo ha hecho y,
entre otras cuestiones, obliga a que los influencers
digan si usan filtros de embellecimiento en sus publicaciones.
"Saber que una imagen de alguien a quien admiramos
tiene puesto un filtro o está retocada o, que nuestra propia imagen lo está,
esa percepción irreal se hace más consciente y la persona que se compara en
redes sociales puede, al menos, saber que se trata de una imagen retocada, lo
que tendrá influencia directa también sobre su propia imagen corporal o su
autoexigencia", concluye la Dra.
Tratamientos no quirúrgicos
La industria de la belleza en general, que trabaja para
preservar y embellecer el cutis de forma no invasiva, también se percata de
estas preocupaciones. Desde la firma cosmética Benefit detallan que, en los tres
años que han tardado en desarrollar una nueva línea de cuidado de poros, PoreCare, han investigado cómo obsesionan "los poros
obstruidos, la textura irregular en la piel y el tamaño de los poros",
describe Giner Muñoz, experta en belleza y cejas de Benefit España.
No es algo que se solucione con infiltraciones, a diferencia
de arrugas y líneas de expresión, donde triunfan las inyecciones de ácido
hialurónico y el bótox como estrella. Factores hormonales, suciedad e impurezas
debidas a la contaminación y el maquillaje, factores genéticos y hasta el
envejecimiento imposibilitan ese efecto filtro en la piel, explica Muñoz.
"En muchas ocasiones no es algo que podamos controlar, pero sí podemos
ayudar a prevenir a través de una buena higiene y productos específicos",
puntualiza.
Si el problema son los poros obstruidos (acumulación de sebo
que obstruye el poro y crea puntos negros, puntos blancos, etc.), la
especialista recomienda limpiar el rostro en profundidad. "Y si la
preocupación es su tamaño, lo mejor es tratarlos con limpiadores y tónicos que
contengan ingredientes como AHAs y PHAs", aconseja Muñoz.
Otro de sus trucos es la doble limpieza que tan de moda
está. "Al menos una vez al día, secar la piel a toques con toallas que no
sean muy agresivas con la piel y, otro dato importante, siempre utilizar una
toalla limpia cada nuevo día, así evitamos la propagación de bacterias en
nuestro rostro".
Oxigenación artesanal
En cabina, quien más sabe de poros es Cristina Galmiche:
lleva tres décadas cultivando su propio método profesional para restaurar la
salud global del rostro. Cuenta con tres centros en Madrid, Alcalá de Henares y
Málaga y es muy reconocida por sus oxigenaciones faciales y tratamientos contra
el acné, el ADN de su trabajo como facialista. De hecho,
es de las pocas profesionales que aún aboga por una propuesta manual y
sostenible, en conexión con la simplicidad y la autenticidad.
"Los granitos y unos poros sucios boicotean la salud de
nuestra piel, además de no ser estéticamente agradables. Y más hoy en día,
cuando la belleza es un tema que nos interesa mucho a todos", sentencia.
En su aparición influye mucho el estilo de vida, asevera, desde el nivel de
estrés hasta la nutrición.
"En el origen de este problema dermatológico hay un
fuerte componente genético y hormonal, aunque puede empeorarse por otras causas
como dormir poco, una cosmética inadecuada, no tener una buena rutina de
limpieza diaria o una alimentación con un elevado índice glucémico -azúcares
refinados- y alejada de la dieta mediterránea. El chocolate, los embutidos, los
fritos... De toda la vida hemos escuchado que tomar determinados alimentos
favorece la aparición o el empeoramiento del acné".
Cuando se inició en la profesión, hace ya 35 años,
necesitaba encontrar una solución para las pieles más conflictivas: acné,
sensibilidad, rosácea, dermatitis... "Sabía que la clave estaba en definir
un protocolo que fuera capaz de controlar los problemas que genera el exceso de
grasa en la piel sin agredir y evitando que se alterase el equilibrio del manto
hidrolipídico", recuerda.
La estrella indiscutible de este método es la oxigenación
artesanal: una higiene profunda que limpia y desbloquea los poros con una
extracción manual y segura que ella describe como el mejor fármaco ante
cualquier espinilla o erupción y que también es el punto de partida de una piel
que respir, más nutrida, joven e iluminada.
Una firme defensora del skinimalism,
el menos, es más, que triunfa en Pinterest Predicts.
"Si no oxigenamos la piel, lo primero que observaremos es la falta de
luminosidad, un tono apagado y cetrino. En el caso de las personas con una
sobreproducción de sebo en las glándulas sebáceas es muy probable que
proliferen los comedones, micro quistes, milliums,
granos ante la aparición de la bacteria del acné, poros abiertos y puntos
negros". Un exceso de grasa también está tras las pieles con rosácea,
afirma Galmiche. "La gran mayoría de estas pieles tiene además el pH
alterado y esto explica muchas de las dermatitis y sensibilidad dermatológica
que observamos hoy en día".
Disección de los poros
Una piel sucia no podrá recibir de la misma manera que otra
limpia los activos de las cremas. "Es algo lógico, si el conducto por el
que los productos cosméticos penetran en la piel no está libre de suciedad o de
células muertas, entre otras impurezas, los activos no pueden entrar ni cumplir
con su función, sea hidratar, nutrir, controlar la grasa, tensar...".
Seguro que alguna vez te has encontrado un incómodo punto
blanco. ¿Qué pasa con la grasa marrón? "Si la vemos con ese color
significa que lleva más tiempo en la piel sin quitar. Cuanto más permanezca
ocupando un espacio que no debe, correremos el riesgo de provocar una ruptura
de la piel -poros abiertos- además de mostrar un cutis asfixiado, poco saneado
y avejentado".
Lo que podremos conseguir con la ayuda de una limpieza
realizada por profesionales y con una buena de rutina en casa es alisar el poro
y que se perciba cerrado, apunta Galmiche. "Lo que ofrecemos con esta
oxigenación es una limpieza de toda la vida, pero poniendo especial atención en
la extracción manual, que se realiza drenando con cuidado cada poro, sin
agredir ni dejar marcas. La destreza técnica que supone un trabajo así es muy
exigente y requiere una esteticista altamente cualificada".
Es cierto que en el mercado hay muchas opciones, pero si el
lienzo sobre el que trabaja no está saneado de forma rigurosa, opina, la
aparatología tampoco dará los resultados esperados. "Me atrevería incluso
a decir que el nuevo lujo está en el trabajo artesanal, también en el sector de
la belleza", defiende la gurú de las pieles conflictivas.
¿Qué pasa si somos nosotros mismos los que nos tocamos los
granitos, puede ser peor el remedio que la enfermedad? "Tocar o 'explotar'
los granos es lo peor que se puede hacer en casa. La razón es que la infección
puede extenderse, causando la aparición de más granos. Y además nos quedarán
marcas".